El Día del Chorizo es siempre un evento esperado en Puertollano, una celebración que va más allá de la mera degustación culinaria para convertirse en un elemento esencial de la cohesión social de sus barrios. Este año, el 23 de enero, diversas barriadas se unirán a esta fiesta popular, ofreciendo una variedad de actividades y deliciosas degustaciones que prometen atraer a vecinos de todas las edades.
La Asociación de Vecinos Santa Ana, en colaboración con el programa municipal de Educación Básica de Adultos, dará inicio a los festejos con un evento que combina entretenimiento y tradición. A partir de las cinco de la tarde, en el salón de actos de la plaza María Auxiliadora, se realizará un bingo que promete ser tan emocionante como inclusivo. Posteriormente, los asistentes podrán deleitarse con montaditos de chorizo y morcilla, acompañados de una refrescante limonada.
El espíritu festivo se trasladará a las seis de la tarde a la barriada Libertad, donde en su sede de la calle San Ignacio de Loyola continuarán las celebraciones. Durante esta reunión, los vecinos podrán disfrutar de bocadillos con el famoso chorizo local, además de refrescos y otros aperitivos. La jornada seguirá a las siete de la tarde en la barriada Fraternidad. Aquí, el salón de actos de la Asociación de Vecinos, ubicado en la calle Almagro, 32, se convertirá en el epicentro de la camaradería y el buen gusto, ofreciendo más bocadillos y refrescos.
Por último, pero no menos importante, la barriada El Poblado será la encargada de cerrar las festividades. El sábado 25 de enero a las 18:30 horas, el patio de su sede en la calle Asturias acogerá la última degustación de chorizo, poniendo un broche de oro a esta celebración que cada año reviste de alegría a la comunidad.
Mientras la población disfruta de las delicias culinarias, los miembros de la asociación Portus Planus añadirán un toque de aventura al día con una ruta senderista. Partiendo del Museo Etnológico, se dirigirán al cerro de San Sebastián, un recorrido que permite tanto el ejercicio físico como el disfrute del paisajismo local. Al llegar a su destino, los senderistas compartirán un picnic de chorizo mientras exploran los fascinantes fósiles de gusanos del Ordovícico, una joya natural poco conocida pero muy apreciada.
Esta celebración no solo pone en valor el chorizo como producto emblemático de Puertollano, sino que también se erige como una actividad de cohesión social que invita a residentes de todos sus barrios a participar, compartir y disfrutar juntos. Es un recordatorio del poder unificador que tiene la comida y la tradición en el fortalecimiento de los lazos comunitarios.