El Gobierno de Castilla-La Mancha está en las etapas finales de desarrollo de su Plan de Atención Primaria de la Salud, una ambiciosa estrategia diseñada para abordar los desafíos emergentes en los sectores sanitario y social, centrándose especialmente en la atención a la cronicidad y la fragilidad. Este plan innovador surge como una respuesta directa a las necesidades actuales, implementándose a través de un proceso participativo que involucra a la ciudadanía en la identificación de prioridades y acciones concretas de mejora. Esta fue la principal línea argumental presentada por Francisco José García Sánchez, delegado de Sanidad en la provincia de Ciudad Real, durante la clausura de las 28ª Jornadas de la Sociedad Española de Médicos Generales de Atención Primaria en Castilla-La Mancha, evento que tuvo lugar del 7 al 9 de noviembre en Almagro.
El Plan de Atención Primaria se caracteriza por su enfoque multidisciplinario, esencial para enfrentar los obstáculos en el ámbito de la salud. La clave del éxito reside en la coordinación, comunicación e integración de los diferentes actores involucrados, tanto del sistema sanitario como del social. García subrayó que la cronicidad y la atención sociosanitaria presentan uno de los mayores retos para el sistema de salud actual, por lo que es vital desarrollar un enfoque holístico y colaborativo que permita a los sistemas de salud y sociales trabajar de manera conjunta eficazmente.
Siguiendo esta dirección, el Plan de Salud Horizonte 2025 de Castilla-La Mancha establece un marco estratégico con líneas de actuación claras. A través de doce objetivos principales, el plan busca prevenir y retrasar la aparición de enfermedades crónicas, disminuir su progresión y fomentar el envejecimiento saludable de la población. El foco está puesto en la atención comunitaria, la salud pública y la promoción de hábitos saludables, un cambio de paradigma que, según García, busca enfatizar no solo la sanidad, sino la salud integral de las personas.
En cuanto a la formación de profesionales, el delegado de Sanidad resaltó que actualmente Castilla-La Mancha cuenta con más de 7.500 profesionales en Atención Primaria, incluyendo más de 2.500 médicos, una cifra histórica para la comunidad. La formación continua de futuros profesionales es crucial, y se ha propuesto un incremento del 10% en las plazas de formación para el próximo año. El año pasado, la región creó más de 250 nuevas plazas en Atención Primaria, destinadas tanto a la medicina comunitaria como a la especialidad de enfermería.
En resumen, Castilla-La Mancha avanza con pasos firmes hacia una modernización integral de su sistema de Salud, priorizando un enfoque más comunitario y participativo, con una formación robusta de profesionales preparados para enfrentar los desafíos actuales y futuros en la atención sanitaria. Este compromiso con la mejora continua y la adaptación del sistema sitúa a la comunidad por encima de la media nacional, estableciendo un ejemplo a seguir para otras regiones.