El Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro se ha revitalizado al incorporar una gama de actividades paralelas que han ampliado su atractivo más allá del escenario. A través de rutas patrimoniales y catas temáticas bajo el lema «Saborea el Siglo de Oro», el festival no solo ofrece una inmersión teatral, sino también una experiencia cultural y gastronómica distinta.
La popularidad de estas catas ha crecido notablemente, llevando su número a tres ediciones en su última celebración. Más de 300 asistentes han disfrutado de una selección de productos emblemáticos del Siglo de Oro, acompañados por exquisitos vinos de la región de Ciudad Real. La chef Nieves Núñez, del prestigioso restaurante Abrasador de Almagro «Los Arenales», dejó una huella imborrable con su propuesta culinaria, que incluyó un delicioso arroz con perdiz y una suculenta tarta de queso manchego, perfectamente maridados por el sumiller Fernando Buitrón Guijón.
La vicepresidenta del Área de Impulso Sociocultural y Turístico, María Jesús Pelayo, ha expresado el firme compromiso de la Diputación de Ciudad Real para fortalecer este evento, apoyando además las nuevas rutas patrimoniales. Estas excursiones, que han llevado a los participantes a lugares de interés como Campo de Criptana y Ruidera, no solo enriquecen el contenido del festival, sino que también promueven el turismo en la región.
Irene Pardo, directora del festival, destacó que estas iniciativas representan el espíritu renovado del evento. Gracias al respaldo constante de las autoridades locales, el festival se encuentra en una nueva etapa de evolución y expansión.
Además de su impacto cultural, estas actividades tienen una dimensión social significativa. Purificación Donate de la Fuente, presidenta de la Asociación de Lupus y Autoinmunes de Castilla-La Mancha, agradeció el impulso recibido, subrayando que las catas no solo generan recursos económicos, sino que también proporcionan visibilidad a organizaciones que necesitan respaldo institucional.
Este enfoque multidimensional reafirma al Festival de Almagro como un referente esencial en el panorama cultural, proporcionando una experiencia enriquecedora que trasciende el arte teatral.
