La sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), bajo el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha dado un paso significativo en el desarrollo de infraestructuras para el abastecimiento de agua potable en el Campo de Calatrava. La reciente licitación para conectar esta región con el Sistema de la Llanura Manchega en Ciudad Real supone un avance crucial para resolver los problemas de suministro de agua, asegurando un abastecimiento constante a los municipios que dependen del embalse de Gasset. Este esfuerzo no solo busca mejorar el acceso al agua potable, sino también contribuir a la recuperación de Las Tablas de Daimiel, un ecosistema de gran importancia ambiental.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 90.259.157 euros, incluyendo IVA, y se prevé que las obras se desarrollen a lo largo de 31 meses. Además, se ha licitado un contrato de servicios de asistencia técnica por 1.973.733 euros para la supervisión y control de las obras, así como la coordinación de seguridad, salud y control ambiental.
Tras la aprobación del Consejo de Administración de Acuaes el 27 de febrero, luego del visto bueno del Ministerio, se firmó un convenio el 27 de mayo entre Acuaes y la Entidad de Derecho Público Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha. Este convenio define la ejecución, financiación y operación del proyecto, con previsiones de adjudicación para octubre e inicio de obras antes del fin de 2025.
El proyecto promete mejorar la vida de unas 156.000 personas en la zona, incluyendo a los residentes de Daimiel y los municipios del Consorcio de la Vega de Jabalón, como Almagro y Bolaños de Calatrava. Con la instalación de 67 kilómetros de tuberías de diversos diámetros, se asegurará el suministro desde la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Ciudad Real a los depósitos de La Atalaya, garantizando apoyo en situaciones de emergencia para más de 100.000 habitantes.
La financiación se logrará en un 65% con fondos Feder 2021-2027, mientras que Acuaes adelantará un 25% de sus recursos, y el resto se cubrirá con aportaciones de Infraestructuras del Agua o anticipos de Acuaes. Una vez operativas, estas instalaciones serán gestionadas por la entidad pública de Castilla-La Mancha, garantizando un abastecimiento eficiente y sostenible a largo plazo.
Este esfuerzo, más allá de su impacto inmediato, se alinea con objetivos de sostenibilidad ambiental y resiliencia hídrica, sentando un precedente para futuros proyectos de infraestructura en la región.