Milagros Calahorra, la vicepresidenta primera de la Diputación de Ciudad Real, ha mantenido un encuentro con Mari Carmen Giménez Huertas, autora de la obra “Creación del Instituto de Formación Profesional de Almagro, 1975-1985. Diez años que pudieron cambiar la historia de Almagro”. Esta publicación contó con el apoyo indispensable de la Diputación de Ciudad Real, un gesto que Giménez Huertas agradeció profundamente.
La presentación del libro tuvo lugar en el emblemático Convento de la Asunción, conocido también como el antiguo Dominicos, en la localidad de Almagro. Este evento se convirtió en un punto de encuentro para profesores y más de 150 exalumnos del Centro de Formación Profesional de la ciudad. Uno de los momentos destacados de la jornada fue la participación del Padre Fernando Román, quien fuera el fundador y primer director del instituto.
La obra de Mari Carmen Giménez Huertas realiza una valiosa labor al documentar la trayectoria del Instituto de Formación Profesional de Almagro durante la primera década de su existencia. Este período fue crucial para el desarrollo de un proyecto educativo innovador en el Campo de Calatrava, cuyo objetivo principal era facilitar la inserción laboral de los jóvenes de la región.
La importancia de este instituto no solo radica en su enfoque educativo, sino también en su capacidad para ofrecer oportunidades a una generación que aspiraba a mejorar sus condiciones de vida. La documentación precisa y emotiva de esos años, recogida detalladamente en el libro, sirve como un testimonio histórico y educativo de gran relevancia.
El evento de presentación no solo celebró la publicación del libro, sino que también sirvió para reunir a antiguos alumnos y profesores que, años atrás, formaron parte de este significativo proyecto educativo. La presencia del Padre Fernando Román añadió un toque de nostalgia y reconocimiento por aquella visión que, tiempo atrás, sembró los frutos de lo que hoy se recuerda como una época transformadora para Almagro.
El Instituto de Formación Profesional de Almagro se erige, gracias a esta obra, como un símbolo de progreso y dedicación educativa en la región. La contribución de la Diputación de Ciudad Real en este proyecto reafirma su compromiso con la historia y el desarrollo humano y educativo de sus municipios.
Con la mirada puesta en el futuro y la lección aprendida del pasado, Almagro sigue celebrando su legado educativo con el ánimo de continuar inspirando a las nuevas generaciones, tal y como se refleja en las emocionantes páginas del libro de Mari Carmen Giménez Huertas.